lunes, 13 de abril de 2020

12.1. La Transición: alternativas políticas tras la muerte de Franco. El papel del rey y el gobierno de Adolfo Suárez. El restablecimiento de la democracia: las elecciones de junio de 1977. La Constitución de 1978. El Estado de las Autonomías. El terrorismo durante la Transición.



La transición
La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 puso en marcha el mecanismo de sucesión del régimen. El día 22 del mismo mes Juan Carlos I  fue proclamado  rey (restauración borbónica) dentro del marco político jurídico de la dictadura. Comenzaba así el período histórico que conocemos como transición, que fue un complejo proceso de transformación política. La constitución de 1978 estableció la monarquía constitucional parlamentaria. Desde 1975 a 1982 transcurren los años del periodo de transición que puso a nuestro país en la senda de las democracias parlamentarias europeas, fue el tránsito de la dictadura a un sistema democrático liberal.
Desde la constitución de 1978 hasta hoy, España se ha transformado con un constante proceso de modernización. Se ha trabajado para la construcción de los cimientos del estado de bienestar, la transformación de la sociedad, el desarrollo cultural; nos hemos convertido en un país desarrollado en el ámbito de los países europeos avanzados. Este proceso de transición se dio gracias al esfuerzo del pueblo español y al acuerdo necesario de las fuerzas políticas democráticas de ese momento, superando barreras y presiones de sectores antidemocráticos.

Alternativas políticas
A la muerte de Franco y con la presidencia de Arias Navarro se dieron distintas posiciones en los políticos del régimen respecto a las decisiones a tomar.

Gobierno de Arias Navarro. El rey Juan Carlos I, jefe de estado

·                       Inmovilista, "bunker". Eran los sectores más intransigentes de la dictadura (Fuerza Nueva de Blas Piñar y la Asociación de Excombatientes de José Antonio Girón de Velasco). Tenían  apoyo de gran parte de la jerarquía militar, de las fuerzas de orden público y de mandos de la Administración franquista. Contaban con el apoyo de amplios sectores del poder económico, especialmente de los que se habían beneficiado del sistema de corruptelas de la dictadura. Tenían una gran influencia pública a través del control de numerosos medios de comunicación. Fomentaron el terrorismo de Estado con el objetivo de  provocar una intervención militar golpista. Fueron inspiradores, partícipes o cómplices de las intentonas golpistas que desembocaron en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
·         Reformista. Los "aperturistas". Representado por sectores del aparato franquista conscientes de la inviabilidad  de la dictadura tras la muerte de Franco. Al principio, planeaban que las reformas no serían  con el  reconocimiento pleno de los derechos y libertades. Su figura más significativa fue Manuel Fraga Iribarne, Areilza. Este proyecto fue alentado por Juan Carlos I con el consejo de Torcuato Fernández-Miranda. Contó con jóvenes políticos  que no habían vivido la guerra civil y que iban a desempeñar un papel clave en la transición, Suárez, Osorio y Martín VillaAdolfo Suárez será la figura clave de este grupo por su protagonismo en la transición.

Las fuerzas de la oposición democrática
La derecha liberal era poco numerosa, se agrupaban alrededor de figuras de tendencia demócrata cristiana como Ruiz Giménez y Gil Robles, otros de tendencia liberal o monárquica (los partidarios de Juan de Borbón padre del monarca). En las derechas  nacionalistas, una nueva fuerza en Cataluña Convergencia Democrática de Cataluña de Jordi Pujol será la más importante. En el País Vasco el Partido Nacionalista Vasco será la fuerza mayoritaria.
Entre las fuerzas del antiguo Frente Popular destacaba el Partido  Comunista de España, dirigido por Santiago Carrillo, que había sido  el partido más organizado y activo durante la dictadura y en la transición, contaba con una militancia numerosa en los distintos sectores de la sociedad. El PSOE desde el Congreso en Suresnes (Francia) en 1974, tendrá un nuevo grupo dirigente organizado en torno a Felipe González y Alfonso Guerra, habían llegado a la dirección del partido desplazando a los dirigentes del exilio, tuvo un gran apoyo internacional promovido por la socialdemocracia (gobernaba en ese momento en algunos países desarrollados europeos). El Partido Socialistas Popular de Enrique Tierno Galván era un partido pequeño con influencia en algunos sectores que terminó uniéndose al PSOE.
La presencia comunista en las distintas organizaciones sociales se reflejaba también en el mundo sindical en la que sus militantes tenían un papel importante. Comisiones Obreras desde su aparición en la dictadura era el sindicato más poderoso del movimiento obrero español. Por otra parte la UGT comenzó a reorganizarse en más zonas de España, aumentando su presencia sindical. USO era un sindicato menor. La histórica CNT se reorganizó no pasando  de ser un sindicato  minoritario.
Los intentos de organizarse unitariamente se plasmaron por primera vez en  la Junta Democrática (1974), impulsada por el PCE, contó con el PSP de Tierno, CC.OO., asociaciones vecinales y profesionales y políticos independientes; tenía una gran capacidad de movilización y organización, su programa-manifiesto proponía la “ruptura democrática”: movilización social para  acabar con el régimen de la dictadura y formar un gobierno provisional para organizar el sistema democrático rompiendo con el franquismo. El PSOE no aceptaba la hegemonía del PCE en la oposición y no se integró en la Junta; fundó la Plataforma de Convergencia  Democrática (1975) con grupos como la democracia cristiana de Ruiz Giménez, el PNV, la UGT y el grupo carlista democrático de Carlos Hugo.  
Coordinación Democrática
En marzo de 1976 las dos organizaciones se unieron en Coordinación Democrática, integrada por partidos y sindicatos, proponían la ruptura con el régimen. La unidad impulsó la acción pública de la oposición.

El papel del rey y el gobierno de Adolfo Suárez
Juan Carlos I fue proclamado rey el 22 de noviembre de 1975, tal y como preveía la legalidad franquista. Su primer discurso como Jefe de Estado ante las Cortes dejaba  vislumbrar su proyecto político: afirmaba su legitimidad en base a la tradición (monarquía histórica, sin aludir a su nombramiento como heredero por Franco); mencionaba su intención de establecer un marco político para todos los españoles y su intención de reconocer los derechos sociales y económicos para poder ejercer las libertades políticas. El discurso del rey suscitó el recelo de la extrema derecha y de los republicanos. Juan Carlos I decidió mantener como Presidente del Gobierno a Carlos Arias Navarro, presidente del último gobierno de Franco. Todo parecía indicar en ese momento la continuidad del régimen.
El gobierno de Arias Navarro (noviembre 1975-julio 1976).

El rey y Arias Navarro con el gobierno
Al comienzo, la monarquía de Juan Carlos I se caracterizó por la indefinición política, muchos pensaban que la monarquía sería una continuación del franquismo. El monarca se rodeó de un grupo de asesores, entre los que destacaba Torcuato Fernández Miranda, que diseñaron un plan de permanencia de la monarquía con una reforma de la estructura política. Esta propuesta se plasmó en la reforma. Se planteaban cambios controlados que garantizaran la continuidad y permanencia de los funcionarios y militares franquistas; y llegar a un sistema democrático desde las propias leyes franquistas. El rey mantuvo al frente del gobierno a Arias Navarro, presidente desde el atentado a Carrero Blanco. El gobierno incluía a Manuel Fraga como ministro del Interior y políticos procedentes del Movimiento como Adolfo Suárez o Martín Villa. El gobierno de Arias fracasó y respondió con una dura represión a las protestas sociales que se extendieron por España desde enero de 1976. 
Vitoria, en marzo de 1976 cinco trabajadores murieron a manos de la policía. En mayo de 1976,  en Montejurra pistoleros ultraderechistas asesinaron a dos carlistas demócratas con total impunidad. El mes de marzo se creó Coordinación Democrática,  reforzándose las protestas contra el gobierno de Aria Navarro. El rey destituyó a Arias Navarro en julio de 1976.  

El gobierno de Adolfo Suárez
                                          Jura de Adolfo Suárez ante el rey

El rey nombró en julio de 1976 a Adolfo Suárez  nuevo presidente del gobierno, fue recibido con decepción entre la oposición democrática por su cargos anteriores en el franquismo y su trayectoria en el Movimiento. El nuevo gobierno estaba formado por ministros “aperturistas”; Areilza y Fraga no quisieron formar parte del gobierno. Desde diferentes sectores se  pensó que Suárez no era el hombre adecuado para ese momento. Hubo grandes movilizaciones de julio a favor de la amnistía de los presos políticos. Hubo una reforma del código penal para legalizar a los partidos políticos, menos al PCE. Estos hechos importantes  precedieron a la presentación del proyecto de Ley para la Reforma Política en septiembre de 1976.  La ley  proponía el sufragio universal para elegir un sistema bicameral;  significaba  el final de las Cortes del franquismo, el apoyo de éstas se consiguió garantizando a los procuradores franquistas que mantendrían su posición económica y social sin ningún problema. Suárez inició contactos discretos con la oposición democrática.
Los sectores más inmovilistas del franquismo que estaban en contra de cualquier  evolución política, empezaron a organizarse contra el incipiente proceso de reformas. En septiembre de 1976, Suárez nombró al teniente general Gutiérrez Mellado vicepresidente del gobierno. Gutiérrez Mellado fue una figura clave para controlar el peligro golpista en el Ejército cuyo sector más duro rechazó su nombramiento.
En noviembre las Cortes franquistas aprobaron la Ley de Reforma Política.

El restablecimiento de la democracia: las elecciones de junio de 1977
La oposición fue saliendo de la clandestinidad.
XXVII congreso del PSOE. F. González, W. Brandt y O. Palme

El PSOE celebró en Madrid públicamente (permitido por el gobierno Suárez) su XXVII Congreso con la asistencia de  importantes líderes socialistas  internacionales, fue un gran impulso para que el PSOE se convirtiera en una fuerza política con influencia creciente. Santiago Carrillo, el líder comunista dio una rueda de prensa clandestina en Madrid que reclamó el derecho del PCE a la legalidad.  Fue detenido el 23 de diciembre de 1976 y puesto en libertad ocho días después.

El 15 de diciembre se celebró el referéndum popular sobre la Ley de Reforma Política. El resultado fue  del  94.1% de los votos a favor, con el 77% de participación. La posición del gobierno salió reforzada, su propuesta de reforma fue aceptada poco apoco por la oposición democrática como una forma de ruptura pactada.
El año clave: 1977
La amenaza al proceso de reformas vino del ataque del terrorismo y la amenaza golpista. Un momento clave en el camino a la democracia fue la semana del 23 al 29 de enero de 1977. Comenzó con el asesinato de un estudiante por pistoleros de los guerrilleros de Cristo Rey (ultraderecha fascista), al día siguiente se produjo el secuestro del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar por los GRAPO, se produjo la muerte de una manifestante. El suceso que impactó a toda la población fue la Matanza de Atocha donde pistoleros de la ultraderecha fascista asesinaron a cinco abogados laboralistas del PCE. La semana terminó con el asesinato de dos policías y un guardia civil por el GRAPO.
La respuesta del PCE, el día del entierro de los asesinados en el despacho de Atocha, fue una masiva y silenciosa manifestación de repulsa popular en Madrid que se desarrolló pacíficamente y que mostró claramente la voluntad general de todos los que deseaban la democracia de avanzar de forma pacífica hacia adelante.

Entierro de los abogados asesinados en enero de 1977


Adolfo Suárez superó los obstáculos y la provocación violenta tomando las decisiones políticas necesarias encaminadas hacia un régimen democrático. El día 1 de abril decretó la disolución del Movimiento y el día 9 hizo pública la legalización del PCE, este partido mostró su voluntad de reconciliación nacional (era su propuesta política desde los sesenta) aceptando  la monarquía dentro de un sistema parlamentario, renunciaron a mostrar en sus actos  públicos la bandera republicana. Días después se legalizaron los sindicatos.
España se dirigía hacia la celebración de las primeras elecciones democráticas desde la Segunda República el día 15 de junio de 1977.
Fila de votantes 15 de junio de 1977
El partido ganador con mayoría relativa fue la Unión del Centro Democrático (UCD), partido organizado en poco tiempo alrededor de Suárez con los aperturistas del franquismo y algunas pequeñas agrupaciones políticas democráticas.  La UCD obtuvo el 34.5% de los votos.
El segundo partido fue el PSOE de Felipe González con casi el 30% de los votos. Fue una sorpresa para muchos, el PSOE se alzaba con la mayoría dentro de la izquierda, dejaba en tercer lugar al PCE  con un 9.4% y detrás  Alianza Popular de Manuel Fraga  con el 8.0%. Convergencia y Unión de Jordi Pujol y el PNV se mostraron como las principales fuerzas de sus territorios.
El gobierno democrático de Suárez coincidiendo con todos los grupos democráticos de las Cortes se fijó la importante tarea política de elaborar una Constitución, con el objetivo de  articular política y jurídicamente el nuevo sistema democrático.
Este proceso político coincidió con una profunda crisis económica. Desde la crisis del petróleo de 1973, en España había crecido el paro y la inflación de manera alarmante. En el verano de 1977, la inflación era muy alta, parecía incontenible.  El gobierno propuso un pacto a todas las fuerzas políticas para hacer frente a la situación económica. Las principales fuerzas políticas parlamentarias firmaron el 15 de octubre de 1977 los Pactos de la Moncloa, una serie de medidas para la reforma y un programa de carácter jurídico y político. Los objetivos fueron la reducción de la inflación, reformas para el reparto de la crisis, control de precios, moderación de salarios, devaluación de la peseta. Reforma fiscal y tributaria, de esta manera con un siglo de retraso, España se incorporaba a la estructura tributaria de los países desarrollados. Reforma de la Seguridad Social con incremento de la financiación pública. Se empezaba de esta manera a poner los cimientos del estado de bienestar.
El proceso constitucional
Las Cortes comenzaron los trabajos para elaborar la Constitución, las Cortes democráticas elegidas en 1977, se convirtieron así en Cortes Constituyentes.
Se formó una Comisión Constitucional y esta eligió a siete diputados para elaborar el proyecto constitucional.
Estos siete diputados, los "padres de la constitución" fueron Gabriel Cisneros, Miguel Herrero de Miñón y José Pedro Pérez Llorca  de UCD; Gregorio Peces-Barba del PSOE; Jordi Solé Turá del PCE; Miquel Roca de Minoría Catalana; y Manuel Fraga  de AP. La ausencia de un representante del PNV tuvo consecuencias políticas posteriormente, no apoyó el texto constitucional.

La palabra más utilizada durante la redacción del proyecto de constitución fue la de "consenso". Con ella trataban de reflejar una imagen de acuerdo en la elaboración del proyecto. Las  cuestiones que reflejaban mayores diferencias entre los ponentes se resolvieron en la forma de su redacción, se optó por la indefinición para que pudieran ser aceptadas por cualquier fuerza  política. Esta es la principal razón de la ambigüedad  de algunos artículos de la Constitución que se prestan a distintas interpretaciones, todo se hizo para avanzar y poder terminar un texto de común acuerdo.

Tras su aprobación en las Cortes. El texto de la Constitución española fue votado en referéndum por los ciudadanos el día 6 de diciembre de 1978.

La Constitución obtuvo el 87,87% de votos afirmativos.

El proceso preautonómico
El gobierno de Suárez inició el proceso preautonómico durante la elaboración de la Constitución. Optó por el restablecimiento de la Generalitat (volvió José Tarradellas), en septiembre de 1977. En el País Vasco en diciembre de ese mismo año se creó el Consejo General Vasco, como institución  preautonómica. A principios de 1978, Cataluña y País Vasco eran regiones preautonómicas. Desde abril a octubre de 1978, se crearon por decreto-ley, organismos preautonómicos para el gobierno de Galicia, Asturias, Castilla-León, Aragón, Castilla-La Mancha, País Valenciano, Extremadura, Andalucía, Murcia, Baleares y Canarias.
Las demandas de autonomía de catalanes y vascos, y en menor medida de gallegos, las llamadas nacionalidades históricas, llevó al gobierno de UCD a impulsar la generalización del principio de autonomía regional y de esa manera disminuir el impacto político entre los sectores centralistas de la derecha. Se llevó a cabo lo que coloquialmente se denominó "café para todos" y prefiguró el futuro constitucional de la estructura territorial de España.
Contenido de la Constitución
El título preliminar contiene los principios básicos de la Constitución:
-   Se define a España como un Estado social y democrático de Derecho, se proclama que la soberanía nacional reside en el pueblo (“La soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado”). La forma política del Estado es la Monarquía parlamentaria.
El artículo 2 hace compatible la unidad de la Nación con el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones.
El título I es el más extenso de la Constitución y se refiere a los derechos, libertades y deberes de los españoles. Derechos individuales: el derecho a la integridad física, la libertad ideológica, religiosa y de culto, a la libertad de expresión, a la educación... Se incluyen derechos sociales como derecho a la protección a la familia, disponer de una vivienda digna, disfrutar del medio ambiente, derecho al trabajo, a la protección de la salud, etc.
El Estado se define como no confesional.
Respecto a la Corona establece que el Rey es el Jefe del Estado y se fijan sus funciones, atribuciones y prerrogativas. Su poder es formal.
La Constitución establece la separación de poderes y organiza los poderes del Estado:
  • Las Cortes están formadas por dos Cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas son elegidas por sufragio universal por los mayores de 18 años. Son el poder legislativo.
  • El Gobierno, ejerce el poder ejecutivo, dirige la política interior y exterior de España. También tiene potestad de carácter legislativo, puede presentar proyectos de ley a las Cortes y desarrolla los reglamentos de las leyes aprobadas. El Presidente del Gobierno es elegido entre los diputados por la mayoría del parlamento.
  • Los Jueces y magistrados ejercen el poder judicial. El Tribunal Constitucional vela por la correcta elaboración y práctica legal conforme a la Constitución.
En el título VIII de la Constitución de 1978 articuló sobre uno de los temas que mayor controversia presentó: la unidad del Estado y la diversidad de regiones y nacionalidades que lo componen.
Una modificación a la Constitución se realizó en 1992 para conceder el derecho al voto en las elecciones municipales a los ciudadanos de la Unión Europea que viven en España. Esta modificación era totalmente necesaria tras la ratificación por España del Tratado de la Unión Europea.
A partir del título VIII de la constitución se establecieron los cauces legales para que los territorios que lo desearan y que cumplieran una serie de requisitos pudieran constituirse en Comunidades autónomas. Se reconoce la existencia de nacionalidades y regiones. Este texto establecía diferencias en el acceso a la autonomía de las diferentes comunidades:
·         Estableció un régimen especial para el País Vasco y Navarra en base a los derechos históricos de los territorios forales.
·         Distinguía a las comunidades históricas, las que habían aprobado sus estatutos de autonomía durante la Segunda República (Cataluña, País Vasco y Galicia, este último en fase de promulgación cuando estalló la Guerra Civil). Pudieron acceder a la autonomía a través del artículo 151 de la Constitución (vía rápida).
·         El resto de territorios accederían a la autonomía por el artículo 143 (vía lenta). Esta condición cambió tras la movilización popular de Andalucía y a consecuencia del  posterior referéndum autonómico, decidieron acogerse a la vía del artículo 151.
Las Comunidades Autónomas que se constituían tendrían un Estatuto de Autonomía elaborado por el parlamento autonómico que había sido elegido por los habitantes de la comunidad autónoma. Después de ser aprobado en la comunidad autónoma debía ser ratificado en las Cortes Generales. Los estatutos recogían las competencias  del estado que asumían en su territorio conforme a la constitución.
Después de la aprobación de la Constitución se constituyeron en el período de 1979 a 1983 las actuales Comunidades Autónomas. España de esta manera se conformaba  por 17 Comunidades y dos Ciudades Autónomas (Ceuta y Melilla constituidas como tales en 1995). Cada una de estas comunidades posee una Asamblea Legislativa y un Gobierno propios. Empezó a hablarse del estado de las autonomías.
Las comunidades autónomas reconocen el principio de solidaridad y el equilibrio económico entre las distintas regiones del territorio español. Tal y como establece la Constitución.
El siguiente paso era negociar la transferencia de competencias desde el Gobierno central a las comunidades autónomas. En julio de 1981, PSOE y UCD firmaron unos acuerdos autonómicos: la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico). Fue  recurrida por los gobiernos vasco y catalán en el Tribunal Constitucional, por lo que fue reformulada como Ley de Proceso Autonómico. La cesión de transferencias precisaba  fuentes de financiación, reflejado en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) de septiembre de 1980, reformada en diciembre de 1996 y diciembre de 2001. En 1992, PSOE y PP firmaron el segundo gran pacto autonómico, acordaron transferir nuevas competencias y nivelar a las comunidades del artículo 143 con las del 151. La nueva organización territorial del Estado se acercó a los sistemas de organización federal.

El terrorismo durante la Transición
Desde el comienzo de la transición y al inicio del sistema democrático español, los sectores inmovilistas en desacuerdo con el proceso democrático español manifestaron públicamente su posición con llamadas al golpe de estado y ataques continuos al gobierno. Se desarrollaron las tramas negras de la derecha que con la connivencia de sectores del aparato del estado actuaron contra manifestantes y personas ligadas a la lucha por la democracia produciendo la muerte de muchos de ellos.
El proceso de reformas estuvo siempre amenazado por dos violentas fuerzas teóricamente opuestas que se retroalimentaban mutuamente. Por un lado, las fuerzas de extrema derecha, en las que se agrupaban los residuos del franquismo más duro, grupos terroristas como los Guerrilleros de Cristo Rey. En la propaganda estaban diarios del régimen como El Alcázar y grupos políticos como Fuerza Nueva dirigida por Blas Piñar. La extrema derecha alentaba un golpe militar para poner fin al proceso de reformas. Por otro lado, los grupos terroristas como ETA (el más importante) y el GRAPO. Con sus ataques al ejército y las fuerzas policiales, después a concejales y a civiles en plena sistema democrático, contribuían a alimentar la posibilidad de un golpe militar.
La situación llegó a su momento de máxima tensión en la semana final de enero de 1977  cuando una sucesión de hechos violentos estuvo a punto de dar al traste con el proceso de  transición. Al asesinato de un estudiante en una manifestación pro-amnistía por parte de los "Guerrilleros de Cristo Rey", le siguió el secuestro del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, el general Villaescusa, por parte del GRAPO
y la matanza de cinco abogados laboralistas del PCE en Atocha por grupos de pistoleros de extrema derecha.
La respuesta popular fue una  gran manifestación de repulsa en Madrid que se desarrolló pacíficamente y que mostró claramente la voluntad general de continuar los cambios de forma pacífica.

El terrorismo de ETA, fue un doloroso y constante  problema  para nuestra sociedad.  Además surgieron grupúsculos de extraño origen como el GRAPO y el FRAP. La brutal campaña terrorista de ETA causó 65 muertos en 1978, 86 en 1979 y 93 en 1980. Esos fueron los dos años más violentos de la banda. Su violencia al principio dirigida a miembros del aparato policial y a los militares quería provocar la actuación de estos sectores contra la democracia. Muchos de sus asesinatos paralizaron el progreso democrático, actuaron como un freno asesino.
Atentado en Hipercor, Barcelona 19-VI-87. 21 personas asesinadas
Se convirtieron en una banda que extendió de forma indiscriminada el terror con actos brutales como el atentado de Hipercor (19-VI-1987) en Barcelona y contra el cuartel de la guardia civil en Zaragoza (11-XII-87), asesinando a niños y personas de todas las edades.  Desde 1975 a 1982 se produjeron más de 3.200 actos violentos con casi 600 víctimas mortales y más de 2000 heridos.
Los ataques terroristas y la amenaza golpista siguieron. En 1978 la Operación Galaxia, un complot militar para realizar un golpe de estado contra el sistema democrático fue desarticulado. En él estaba implicado Tejero, que tres años después protagonizaría el golpe del 23 de febrero.


Enlaces interesantes 

La transición. Serie de RTVE.

MENSAJE DEL REY, 22 NOVIEMBRE DE 1975

En esta hora cargada de emoción y esperanza, llena de dolor por los acontecimientos que acabamos de vivir, asumo la Corona del Reino con pleno sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español y. de la honrosa obligación que para mí implica el cumplimiento de las Leyes y el respeto de una tradición centenaria que ahora coinciden en el Trono.
Como Rey de España, título que me confieren la tradición histórica, las Leyes Fundamentales del Reino y el mandato legítimo de los españoles, me honro en dirigiros el primer mensaje de la Corona que brota de lo más profundo de mi corazón.
Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la Patria. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de  un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio.
Yo sé bien que los españoles comprenden mis sentimientos en estos momentos. Pero el cumplimiento del deber está por encima de cualquier otra circunstancia. Esta norma me la enseñó mi padre desde niño, y ha sido una constante de mi familia, qué ha querido servir a España con todas sus fuerzas.
Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa, que hemos de recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva. La Monarquía será fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo.
La institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy, en esta hora tan trascendental, os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España. Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional.
El Rey es el primer español obligado a cumplir con su deber y con estos propósitos. En este momento decisivo de mi vida afirmo solemnemente que todo mi tiempo y todas las acciones de mi voluntad estarán dirigidos a cumplir con mi deber.
Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en las difíciles decisiones que, sin duda, el destino alzará ante nosotros. Con su gracia y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron, pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. Guardaré y haré guardar las leyes teniendo por norte la justicia y sabiendo que el servicio del pueblo es el fin que Justifica toda mi función. Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mí un deber que acepto con decisión.
La Patria es una empresa colectiva que a todos compete. Su fortaleza y su grandeza deben de apoyarse por ello en la voluntad manifiesta de cuantos la integramos. Pero las naciones más grandes y prósperas, donde el orden, la libertad y la justicia han resplandecido mejor, son aquellas que más profundamente han sabido respetar su propia historia. La justicia es el supuesto para la libertad con dignidad, con prosperidad y con grandeza. Insistamos en la construcción de un orden justo, un orden donde tanto la actividad pública como la privada se hallen bajo la salvaguardia jurisdiccional. Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
Al servicio de esa gran comunidad que es España, debemos de estar la Corona, los ejércitos de la Nación, los organismos del Estado, el mundo del trabajo, los empresarios, los profesionales, las instituciones privadas y todos los ciudadanos, constituyendo su conjunto un firme entramado de deberes y derechos. Sólo así podremos sentirnos fuertes y libres al mismo tiempo.
Esta hora dinámica y cambiante exige una capacidad creadora para integrar en objetivos comunes las distintas y deseables opiniones, que dan riqueza y variedad a este pueblo español que, lleno de cualidades, se entrega generoso cuando se le convoca a una tarea realista y ambiciosa. [...]
Señores consejeros del Reino, señores procuradores, al dirigirme como Rey, desde estas Cortes, al pueblo español, pido a Dios ayuda para todos. Os prometo firmeza y prudencia. Confío en que todos sabremos cumplir la misión en la que estamos comprometidos.
Si todos permanecemos unidos, habremos ganado el futuro. ¡Viva España!
Primer Mensaje del rey Juan Carlos I, Madrid, 22 de noviembre de 1975

CREACIÓN DE COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA

Coordinación Democrática se opone a la continuidad de un régimen que está haciendo  imposibles las libertades democráticas de todos los ciudadanos, sea bajo la forma concreta que se ha establecido en virtud de las Leyes Fundamentales, sea bajo cualquier forma de gobierno o de Estado que se pretenda imponer al pueblo sin la necesaria consulta previa [...].
En consecuencia, Coordinación Democrática denuncia como perturbador para la convivencia pacífica el intento de la llamada política reformista del Gobierno, de perpetuarse en el poder, combinando las promesas democráticas con medidas represivas e intentando dividir a las fuerzas políticas y sindicales [...].
Coordinación Democrática manifiesta su decisión de emprender las acciones políticas adecuadas para [...] la realización de la ruptura o alternativa democrática mediante la apertura de un proceso constituyente que conduzca, a través de una consulta popular, basada en el sufragio universal, a una decisión sobre la forma del Estado y del Gobierno, así como la defensa de las libertades y derechos políticos durante este período.
Documento constitutivo de Coordinación Democrática, 26 de marzo de 1976

EL ARTÍCULO QUE ACABÓ CON ARIAS NAVARRO

El nuevo líder español está gravemente preocupado con la resistencia de la derecha al cambio político. Creo que ya ha llegado la hora de la reforma, pero el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, un residuo de los días de Franco, ha demostrado más inmovilismo que movilidad. El rey opina que Arias es un desastre sin paliativos, ya que se ha convertido en el abanderado de ese grupo de leales a Franco conocido como «El Bunker». Como consecuencia de ello se ha producido un estancamiento total entre Arias y Torcuato Fernández Miranda, el profesor de Derecho elegido por Juan Carlos para presidir las Cortes (Parlamento) y acelerar la reforma política. Desde que subió al trono, el rey ha hecho todo lo posible para convencer a Arias, y se encuentra con que el presidente, de sesenta y siete años de edad, le responde «Sí, Majestad» y no hace nada, cuando no hace lo contrario de lo que el rey quiere. Pero, a menos que Arias decida dimitir, es poco lo que Juan Carlos puede hacer para destituirle.   
ARNAUD DE BORCHGRAVE, Newsweek, 26 de abril de 1976

LA FORMACIÓN DEL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ

El nombramiento de Adolfo Suárez cayó efectivamente como una bomba y su explosión produjo una serie de reacciones en cadena. Pocos fueron los periódicos que se manifestaron comprensivos y algunos se declararon en contra casi con violencia; en general lo consideraron como una congelación del proceso de evolución política y en muchos casos como un claro paso atrás. [...]
En verdad Adolfo Suárez era poco conocido a nivel nacional, apenas había hecho declaraciones y puesto de manifiesto cuál era su pensamiento político, [...] sólo su discurso ante las Cortes podía servir, ante la opinión pública, como indicativo de lo que podía ser su trayectoria. Junto a esto es evidente que su edad no era la más tranquilizadora para los políticos más veteranos que intuían su amortización o su desplazamiento.
No es, por ello, extraño que, al menos en apariencia, se quedase solo. Solo con Torcuato Fernández Miranda y conmigo que, por lealtad al rey que lo había designado y por conocimiento de su actuación en el Gobierno anterior, le presté mi colaboración. Esto, no obstante, es evidente que sin ella hubiese podido formar Gobierno pues nunca faltan voluntarios para ocupar una cartera ministerial, pero creo sinceramente que con poca coherencia, salvo que se hubiese puesto en manos de los sectores más antievolutivos, y esto no lo quiso hacer. [...]
Alfonso Osorio, Trayectoria política de un ministro de la Corona, 1980

LEY PARA LA REFORMA POLÍTICA

Artículo 1°- 1) La democracia, en el Estado español, se basa en la supremacía de la ley, expresión de la voluntad soberana del pueblo. Los derechos fundamentales de la persona son inviolables y vinculan a todos los órganos del Estado. 2) La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona y promulga las leyes.
Artículo 2°- 1) Las Cortes se componen del Congreso de Diputados y del Senado. 2) Los diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de edad. 3) Los senadores serán elegidos en representación de las entidades territoriales. El Rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior a la quinta parte del de los elegidos. 4) La duración del mandato de diputados y senadores será de cuatro años. 5) El Congreso y el Senado establecerán sus propios Reglamentos y elegirán sus respectivos presidentes. 6) El presidente de las Cortes y del Consejo del Reino será nombrado por el Rey.
Artículo 3°- 1) La iniciativa de reforma constitucional corresponderá: a) Al Gobierno. b) Al Congreso de Diputados. 2) Cualquier reforma constitucional requerirá la aprobación por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso y del Senado. El Senado deliberará sobre el texto previamente aprobado por el Congreso, y si éste no fuera aceptado en sus términos, las discrepancias se someterán a una Comisión Mixta, bajo la presidencia de quien ostentara la de las Cortes, y de la que formarán parte los presidentes del Congreso y del Senado, cuatro diputados y cuatro senadores, elegidos por las respectivas Cámaras. Si esta Comisión no llegara a un acuerdo o los términos del mismo no  merecieran la aprobación de una y otra Cámara, la decisión se adoptará por mayoría absoluta de los componentes de las Cortes en reunión conjunta de ambas Cámaras. 3) El Rey, antes de sancionar una Ley de Reforma Constitucional, deberá someter el proyecto a referéndum de la nación. [...]
Disposición Transitoria Primera.- El Gobierno regulará las primeras elecciones a Cortes para constituir un Congreso de 350 diputados y elegir 207 senadores, a razón de cuatro por provincia, y uno más por cada provincia insular, dos por Ceuta y dos por Melilla. Los senadores serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de edad que residan en el respectivo territorio. Las elecciones al Congreso se inspirarán en criterios de representación proporcional, conforme a las siguientes bases: 1) Se aplicarán dispositivos correctores para evitar fragmentaciones inconvenientes de la Cámara, a cuyo efecto se fijarán porcentajes mínimos de sufragios para acceder al Congreso. 2) La circunscripción electoral será la provincia, fijándose un número mínimo inicial de diputados para cada una de ellas. Las elecciones al Senado se inspirarán en criterios de escrutinio mayoritario. [...]
Disposición final.- La presente Ley tendrá rango de Ley Fundamental. Diciembre de 1976

PRIMER CONTACTO DEL REY CON EL PARTIDO COMUNISTA

Estuve también en Rumania; me había llamado Ceaucescu, que debía comunicarme un mensaje del rey Juan Carlos. Hice el viaje, que tenía sus complicaciones, pensando lo fácil que hubiera sido solventar la consulta en Madrid si yo no estuviera en la ilegalidad. Yo veía en ese mensaje dos  aspectos contradictorios: el primero que el rey nos tenía en cuenta políticamente, lo que era positivo; el segundo, que nos pedía que pacientáramos un par de años, porque antes no sería posible nuestra legalización, mientras socialistas y demócratas-cristianos tenían asegurada la suya en lo inmediato; y esto último sí que era negativo. Mi respuesta fue neta: teníamos que ser legalizados al mismo tiempo que los demás y no después. No conozco los términos en que la transmitiría el presidente rumano, pero imagino que serían fieles a mi opinión porque, en definitiva, nuestra legalización se produjo a la par con los otros. Parece que el correo que llevó a Bucarest la misiva real fue un señor de Carvajal; no sé si él fue quien trajo de vuelta la respuesta.
Santiago Carrillo, Memorias

PREÁMBULO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente Constitución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario